El Mallorca ha sacado un valioso empate del Estadio de los Juegos del Mediterráneo con un empate a uno en un partido en el que casi no ha tenido el balón y en el que ha conseguido adelantarse en una de las escasas ocasiones que ha tenido.
El partido comenzó con claro dominio local, con más control del partido y con un Mallorca al que apenas le duraba el balón en su poder cuando lo robaba. Los rojiblancos acosaban la portería defendida por Cabrero y fruto de este dominio llegaron las dos ocasiones más claras para los de Gorosito. En el minuto 15 Michel se plantó solo ante el portero bermellón que evitó el gol con los pies y en el 22 Lolo Reyes remató de tacón un centro lateral que salió rozando la madera.
A partir de esta ocasión los de Vázquez se sacudieron un poco la presión de los locales y armaron alguna tímida contra y mantuvieron un poco más la posesión del esférico, pero sin crear peligro ni inquietar en ningún momento a Casto. Los bermellones dejaron que pasaran los minutos con las líneas muy juntas, la presión alta y evitando el juego interior del Almería.
La segunda mitad comenzó con el mismo guión, con los locales volcados y los mallorquines aguantando sus embestidas, corriendo detrás del balón. El Almería tuvo dos buenas ocasiones en el minuto 53 y en el 55, pero tanto Quique como Juan Ramírez, escorados, cruzaron demasiado el balón.
Dos minutos después Ortuño, muy vigilado toda la tarde, tuvo su ocasión pero el remate de cabeza tras jugada en individual de Salomao salió por encima del larguero. El dominio seguía siendo de los locales, pero el partido cambio por completo en el minuto 75 cuando Yuste peina en el área una falta lejana y el balón entra en la portería de Casto poniendo por delante al Mallorca.
El Almería siguió con el dominio y en el 80 Chuli estrelló un balón en el larguero. Tanto lo intentaron que en el 84, después de dos rechaces tras un saque de falta en el borde del área, José Angel puso el empate en el marcador.
Los locales lo siguieron intentando pero la defensa del Mallorca, muy sería todo el partido, alejó todo el peligro hasta que el árbitro pitó el final.
