Crónica Girona 1 Mallorca 0
Los de Vázquez pierden por un penalti riguroso al principio de la segunda parte
El Mallorca ha perdido por un gol a cero frente al Girona en un partido en el rival ha obtenido demasiado premio a los méritos realizados, y que se ha decantado a su favor al pitar el árbitro un dudoso penalti en la primera jugada del segundo tiempo. Los bermellones han dominado, pero no han podido crear ocasiones claras.
Los de Vázquez salieron más enchufados al encuentro y, prueba de ello, es que en los primeros diez minutos pisaron hasta tres veces el área del conjunto local aunque sin terminar de rematar. Los mallorquines triangulaban, ganaban las segundas jugadas y tenían más posesión del balón y criterio.
Sin embargo, los de Machín se negaban a ser comparsas, y un córner olímpico de Borja García que se estrelló en el travesaño de Wellenreuther en el minuto 15 les metió en el partido. El Girona se sacudió la presión y el duelo se igualó en el centro del campo, aunque se vieron pocas ocasiones. Tan sólo destacar una por equipo, Yuste, en el minuto 33, rebaño el balón cuando Pere Pons se plantaba sólo ante la portería y Sissoko, en el 38 desde la frontal del área, envió a la grada un buen servicio de Salomao.
La segunda parte empezó con un mazazo para el Mallorca, en la primera jugada del periodo el árbitro pita un riguroso penalti que Cristian Herrera transforma sin dificultad. Era el minuto 46 y los visitantes tenían media parte para variar el marcador.
De hecho, el control del balón volvió a ser para los mallorquines, pero no el del partido. Los locales aguantaban bien sus embestidas y el escaso peligro, en esos momentos, llegaba a través del balón parado.
El Mallorca lo intentaba, encerraba a su rival y no le dejaba jugar con una fuerte presión que le permitía robar el balón muy rápido al rival. Fruto del dominio llegó su mejor ocasión en el minuto 79, varios rechaces en el área dejan solo a Ortuño que remata de cabeza y Becerra, con una mano prodigiosa, evita el empate.
Los últimos minutos del partido fueron un monólogo del Mallorca, con esporádicos contraataques de los locales. Sin embargo, a los de Vázquez, les seguía costando pisar el área del Girona y, cuando lo hacía, la jugada venia trabada así que el marcador no se movió hasta que el árbitro pitó el final del encuentro.