El RCD Mallorca ha perdido por un gol a cero en su visita a la Romareda en un partido en el que a los bermellones les ha costado controlar el juego y las acometidas del rival durante la primera mitad, que ha acabado ya por debajo del marcador, y que ha dominado en el segundo periodo, pero sin suficiente claridad cuando se acercaba al área de los maños.
Los dos equipos empezaron el partido con precauciones y con algunas imprecisiones conscientes, ambos, de la importancia de los puntos en juego. El Mallorca intentaba mantener la posesión del esférico y sorprender al rival con cambios de orientación huyendo de la presión rival.
La primera ocasión del partido vino tras un malentendido de la defensa bermellona, con Santamaría adelantado y el balón en los pies de Lanzarote, su vaselina salió fuera por poco. El Mallorca intentaba darle velocidad a la circulación y los locales apostaban por jugar en banda buscando los centros laterales. Angel la tuvo en el minuto 23 en un uno contra uno que salvó Santamaría pero no perdonó en el 35. Lanzarote botó un saque de esquina al segundo palo y el delantero cabeceó a la red poniendo por delante a su equipo en el marcador. Minutos antes el árbitro, a instancias de su asistente, había anulado un gol a Lekic, tras centro lateral del Lago, por fuera de juego.
La segunda parte comenzó con los isleños volcados y acaparando el balón mientras que los maños esperaban ordenados buscando la salida rápida. Con este dominio los de Sergi cercaban la portería local pero, en los primeros minutos, sin ocasiones claras. En el minuto 60 Culio sacó una falta lateral desde tres cuartos de campo al segundo palo, Pleguezuelo colgó la bola al área pequeña pero no encontró rematador. Un minuto después una internada de Lago fue despejada a córner por la defensa cuando Óscar Díaz, que había sustituido poco antes a Lekic, ya se preparaba para rematar.
El Zaragoza asustaba con las contras, pero los bermellones seguían insistiendo. En el minuto 71 Ratón paro con el cuerpo un remate de Lago, que se había quedado sólo en el área pequeña tras un rechace de la defensa. El Mallorca insistía e insistía desde todos los ángulos del campo. Un centro lateral del Campabadal obligó a Ratón a lucirse, y sacar el balón de la escuadra, tras tocarla el defensa local José Enrique.
Los visitantes lo intentaron en los últimos minutos pero apenas podían inquietar la portería rival, tan sólo destacar un tiro lejano de Oriol que se fue alto antes de que el árbitro pitara el final del partido.