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Historia de un viaje a las Islas Canarias: un fichaje 'a la carrera'

Entre noviembre y diciembre de 1953 el Mallorca, en Segunda División, agrupó cinco partidos como visitante en el sur de la Península, Norte de África y Canarias. El objetivo era ahorrar gastos. Tanto se ahorraba que únicamente viajaron once jugadores, el entrenador Satur Grech y el masajista Juanito Pons. En el penúltimo partido se lesionaron el portero Salom y el centrocampista José Crespí. Satur Grech no consiguió que el club autorizara el viaje del portero suplente, Barceló, y de otro jugador para cubrir tales emergencias. Así que el propio Grech tuvo que fichar a dos jugadores canarios para jugar el último partido de la gira en Tenerife. Tras concretar un partido amistoso frente a la UD Las Palmas B para observar porteros y centrocampistas, Grech decidió fichar a Carreras y Sensi. Fueron setecientas pesetas las que cobró el portero canario por jugar ese partido, dinero que salió del bolsillo del propio Satur Grech. Tan solo se alineó en esa ocasión con el Mallorca y ni siquiera volvió a Mallorca con la expedición bermellona.

Su primer equipo había sido el Electrodo y en su etapa de estudio en el colegio de Huérfanos del Ejército de Madrid, Carreras compaginó sus estudios con los entrenamientos en la AD Plus Ultra. De regreso a su localidad natal, el cancerbero fichó por la UD Las Palmas, siendo cedido a la UD Tenerife. En la temporada 1954/1955 era el portero suplente del equipo amarillo, estando a la sombra de los porteros Pepín y Castellano. Se trataba de un guardameta de mucha clase, corpulencia y excelente colocación en el área aunque en el único partido disputado con la camiseta bermellona, precisamente contra el Tenerife, no tuvo mucha suerte ya que encajó ocho goles. Tan solo Caldentey en un partido de Copa celebrado en Valencia tres años antes había encajado ocho goles y nunca más un portero del Mallorca ha vuelto a encajar tal número de goles en un partido.