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Los alumnos de Cas Capiscol visitan el Estadio

Los alumnos del colegio Cas Capiscol de Palma han descubierto esta mañana todos los secretos de Son Moix. Muchísimas preguntas y ganas de saber todo de un club que les ha dedicado una visita guiada muy especial organizada por la Fundació Reial Mallorca. Divididos en dos grupos, los 155 niños de entre 6 y 12 años han salido al campo del estadio como auténticos jugadores. Eso sí, no han podido pisar el césped ya que ellos mismos han comprobado que ya está apunto para el partido del domingo. También han podido ver ya preparada la ropa y las botas que vestirán sus ídolos ante el Almería esta jornada y quedarse impresionados dentro de un vestuario que tiene jacuzzi! Una de las cosas que, inesperadamente, más les ha conquistado. Del vestuario a la sala de prensa. Los profes como protagonistas y los alumnos de periodistas. Un intercambio muy simpático que nos ha dejado perlas cómo el interés de algunas para saber "qué jugador es el más guapo" o el desconocimiento de otros: "El Mallorca ha ganado un mundial?" Pero también ha habido quien sabia mucho de fútbol y del club y se ha demostrado que en la asignatura de "cultura mallorquinista" la mayoría de profes no aprobarían. La ruta ha seguido subiendo al Palco donde los niños han disfrutado animando al equipo y alzando las bufandas que algunos habían traído de casa. "Ha sido mi momento favorito" explicaban algunos muy felices por haberse sentado "en los asientos VIP". La última parada antes de ir a merendar,ha sido ni más ni menos que la sala de trofeos dónde todos han podido comprobar que en la historia de este club ha habido momentos memorables. "¡¡La copa del rey!!" gritaban los más rápidos cuando han entrado en la sala. Todos han querido fotografiarse con los trofeos,sobretodo con los más grandes incluso sabiendo que no eran de ninguna competición importante. El interés por ver como fue el primer escudo del club, el cambio de nombre o como vestían quienes fueron los primeros jugadores del Real Mallorca nos ha dejado alucinados. Deberíamos ser todos un poco más niños, y el mundo del fútbol sería incluso mejor.