El día ha comenzado plomizo, en Holanda hay menos luz que allí, pero los jugadores agradecen trabajar con bastantes grados menos de temperatura. Alguno incluso ha tirado de sudadera en el entreno matinal que es, como casi todos los que se harán estos días, en el estadio anexo al hotel, con menos de cien metros desde el hall hasta el césped.
Durante la sesión algo de trabajo defensivo y mucho remate a portería. Es divertido ver tantos goles, mola el sonido del balón contra la red, aunque sea en un ejercicio.Gracias a Sebas, cámara del club, que lo ha pillado, habéis podido ver en la redes el espectacular de Juan Rodríguez. El grupo ha acabado algo mejor, aunque la sensación de cansancio siga siendo alta.
Pero todo eso queda en un segundo plano ante el programa de la tarde, amistoso contra el Sint Truiden, y entonces las molestias se ovidan. Hay que demostrar y hay que acostumbrar al cuerpo y cerebro a la competición. En los entrenos es muy dificil para un técnico simular los registros, sobre todo mentales, con los que se trabaja durante un partido. El futbolista quiere un rival, gradas y aficionados, un arbitro que no sea del cuerpo técnico y murmullos o gritos en los fondos.
El partido acaba empate a cero. Bien en defensa, con algún desajuste propio de la falta de rodaje, y cosas interesantes con el balón. Se notó que los belgas llevan tres semanas más de preparación y que el Mallorca jugó con diez más de 65 minutos. En resumen, buena imagen, las primeras sensaciones de competir y unos pocos kilómetros más en las piernas, estos de calidad.
Ya en la cena, y porque no todo va a ser trabajo, Manu, el doctor, nos ha deleitado con una actuación musical muy aplaudida y jaleada. Hay alguna grabación, igual, si nos da pemiso, la colgamos.
Mañana más
El infiltrado
