El Juvenil A del RCD Mallorca cayó 0-3 ante el RCD Espanyol en la jornada 9 del grupo III de División de Honor. Los de Carlos Muños no pudieron con el líder de la categoría después de un buen partido, pero en el que los pericos tuvieron más fortuna de cara a gol. Los bermellones plantearon un partido muy igualado, pero los blanquiazules supieron esperar y en dos llegadas al final de la primera mitad y otra en los últimos minutos de partido dieron los tres puntos al RCD Espanyol.
La primera parte se caracterizó por mucha intensidad, igualdad, pero sin ocasiones claras de gol. Pasado el minuto 40 de partido, Leo Mascaró tuvo que ser sustituido por una lesión tras un golpe en un choque. Cuando parecía que los primeros minutos acabarían sin goles, llegó el asedio blanquiazul. En el minuto 42, el lateral izquiero, Ian, llegó a línea de fondo después de una jugada rápida y, tras buscar el pase de la muerte, Luca fue el encargado de batir a Ferran y adelantar a los visitantes. Dos minutos después, Armand Vallés chutó desde la frontal y Ferran no llegó. El segundo gol llegó con el pitido final de la primera parte.
Con el resultado de 0-2, el RCD Mallorca estaba obligado a reaccionar y poner una marcha más para remontar el partido. La segunda mitad tuvo el mismo guion que la primera. Dos equipos muy parejos en los que ambos querían sobreponer su fútbol. Los acercamientos fueron tímidos por parte de los locales y, en especial, en las botas de un Víctor Lázaro inspirado. Ya con el tiempo cumplido, Javi Hernández después de deshacerse de dos jugadores, recortó y con rosca, la clavó en la escuadra derecha. Con el 0-3 se llegó al final del encuentro y los bermellones siguen posicionados en la tercera posición de la mejor liga de edad juvenil.