Francisco Bonet Serrano (Granada, 1959) más conocido como Paco Bonet, es uno de esos jugadores míticos de la historia del RCD Mallorca. Criado en Palma tras mudarse con su familia, el servicio militar en Mallorca le permitió jugar en el Luis Sitjar el curso 1980-81, en Segunda B. Marcó 16 goles y consiguió el ascenso a Segunda. Él lo recuerda así: "Me tocó hacer la mili en Mallorca, en el CIR 14. Creo que el Mallorca tenía buenas relaciones a nivel militar y terminé jugando cedido en el Mallorca ese año. El equipo había ascendido a Segunda B. Llegué y se ficharon otros jugadores con mucha calidad y categoría para la Segunda B, y conseguimos ese ascenso para Segunda División. Aquello fue el punto de partida para que el Mallorca llegara a donde está ahora".
Bonet impresionó por su presencia, su clase y su salida de balón. Fue un central diferente, algo que lo ruboriza pero que ha comprendido que no puede obviar. "Yo había jugado siempre en el centro del campo, nunca de central. No sé por qué cuando jugué en el Elche CF me pusieron de central. Y ahí terminé. Llamó la atención porque no se había visto que un defensa saliera jugando con la pelota. La gente me decía que era muy bueno, un jugador alto, fuerte, que dominaba el juego aéreo, que jugaba con las dos piernas, rápido y con potencia. 'Madre mía, sería un crack!" -bromea-. "Algo de eso debía haber, cuando alguien llega al Real Madrid y a la selección española".
Tras su paso por el Mallorca volvió al Elche CF, que tenía sus derechos. En 1982 fichó por el Real Madrid, pero tras dos años muy buenos, las lesiones de rodilla condicionaron su carrera. En 1986 volvió al Mallorca de Serra Ferrer, ya en Primera División. Estuvo dos temporadas, la segunda, de nuevo, marcada por unas lesiones que pusieron fin a su carrera. "Antes de firmar con Miquel Contestí en el despacho, le dije a Serra Ferrer: 'Vamos a ver, míster. Estoy cojo'. Y me contestó: 'Sí, sí, estás cojo. Pero en el Mallorca, al 50% de cómo jugabas en el Real Madrid, me vales'. Hay que ser muy fuerte para salir adelante tras una lesión grave. Yo lo tenía todo y lo perdí de la noche a la mañana. Fue muy duro".
Internacional con España, es uno de los futbolistas con más clase que pasaron por el Sitjar. Todavía hoy, cuando pasea por Elche, la ciudad en donde reside desde que se retiró -su mujer es ilicitana- hay aficionados veteranos que le dicen 'cuando jugabas yo venía al campo a verte a ti'. Actualmente, es uno de los embajadores del Real Madrid y, de tanto en tanto, acude al Martínez Valero a ver los partidos. Sigue al Mallorca con atención por la televisión y su deseo es claro. "Lo digo con la mano en el corazón. Espero que el RCD Mallorca se salve. Y que el año que viene los dos sigan en Primera División".